Tengo el corazón romo y desgastado de atravesar los pedregales por donde te he buscado, tengo las arterias cargadas de jaramagos, de atravesar campo a través los valles y el río desolado, tengo mi amor hecho escombros de golpear con la cabeza cada una de las paredes de nuestro reino...
Pero entre los escombros asoma una flor, que se resiste a yacer conformada entre las cenizas y las sombras, ella se asoma y busca un sol que sabe que existe, porque está ahí y no importa cuan alto se eleven las nubes de polvo, la luz está y estará ahí arriba cuando las brumas se disipen; y hará arder los rastrojos cada vez que broten, hará huir a las sombras cada vez que quieran aflorar en las laderas sonrojadas de sus mejillas.
Voy a ver hoy este poema en clase. Ahora lo voy a imprimir. Ya te pasaré los comentarios.
ResponderEliminarVoy a ver hoy este poema en clase. Ahora lo voy a imprimir. Ya te pasaré los comentarios.
ResponderEliminarMuchas gracias Antonio, me hace mucha ilusión conocer sus opiniones, y mas aún que les pongas en contacto con lo que escribo. Un abrazo
ResponderEliminarHola Pablo, soy un alumno de Antonio y solo quería decirte que hemos visto hoy en clase tu poema de morir a medias y este poema me a transmitido "tristeza" mientras lo leía mi mente estaba gris
ResponderEliminarGracias Manu, es una suerte conocer qué transmiten mis ppalabrs en otras personas, sin duda ese era un poema sombrío y triste.
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