Lo has roto todo, cada parte de mí
y no has dejado piedra sobre piedra,
lo has roto todo, como rayos de sol
desmenuzado todos los nubarrones,
Me has desmontado, todo lo que fui,
como ingeniero tomaste cada pieza
para mejorarla solo con acariciarla
y me volviste a montar en condiciones.
Lo has roto todo, como las olas
con la roca hasta convertirla en arena,
y con tu piel salada te meces en ella.
Lo has destrozado, al hombre de ojalata,
y vas quemando la herrumbre para dejar crecer
al hombre de tierra y agua, de luz y viento,
para dejar vibrar mi energía junto a la tuya
componiendo la mas bella sinfonía
con el eco de nuestras almas.
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