Recopilación de textos narrativos y poesías personales, disfrutad su lectura igual que disfruto yo llevando mis dedos desde su inicio hasta su punto y final.

sábado, 12 de diciembre de 2015

De violencia

Por amor a la violencia, no la irracional que desata el hombre, sino a la comprensible fuerza que hace temblar a la naturaleza, la que acompaña en las bestias al instinto más primitivo: seguir vivos.  Un instinto que transformamos en un esperpento transfigurado y reducido a una pasiva voluntad por mantener unas constantes vitales para constatar que aún no estamos muertos, ¿o si?

No puedo olvidar el recuerdo de rudas cabras subiendo por los riscos escarpados, enfrentar sus cornamentas y, con cierto orgullo pensar.. "Con esto ya han alcanzado su mayor realización". Como el gorrión al fabricar un nido para sus crías o el salmón luchar contra la corriente hasta llegar al
remanso donde desovar en paz. 
De un modo u otro, se topan violenta y enérgicamente con la naturaleza, se enfrentan bajo la premisa de seguir vivos el tiempo suficiente para cumplir con su máxima realización, por primitiva que sea.
Sin embargo a menudo nos observo a nosotros, declarando la guerra al orden natural para prorrogar nuestra muerte, pero... ¿ Acaso es para terminar de realizarnos? Derrochamos gran parte de nuestra vida en un estado latente, vacío de propósitos mientras las grandes poblaciones se declaran guerras que distan mucho de cualquier instinto por sobrevivir, como si nuestra existencia fuera un chicle homogéneo que tratamos de estirar sin preocuparnos de que pueda seguir o no sabiendo a algo.

Pero la vida no es un estanque de paz, no consiste en una guerra contra lo que nos rodea, sino contra nosotros mismos, una acción violenta y explosiva que nos deje mal sabor de boca cuando podríamos haber hecho más y no lo hicimos, cuando pensemos que adaptarse al engranaje social implica perder nuestro propio movimiento interno. Es fácil conformarse con las expectativas naturales, respirar de manera constante hasta que expiremos, pero si no somos un elemento más en la naturaleza, si somos conscientes de nuestra unicidad, y de las múltiples maneras de desarrollarla, ¿ por qué seguir sentados en el mismo escalón?

1 comentario:

  1. Buen análisis. El estilo ensayostico se te da muy bien. La variedad de géneros es una riqueza. Sigue así.

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