te sentaste frente a mí y arrojaste tu mirada sin pestañear,
y me miraste tu, con tus profundos ojos tan llenos de luz.
Fuiste grabando a fuego tu nombre en cada uno de mis poros,
sembraste en cada uno la semilla de una nueva aventura
que cosechar en cada andanza en busca de un nuevo tesoro,
pero ¿no hay mayor tesoro que encontrar cada día tu dulzura?
No soy un pirata cojo ni un bandido enmascarado pero se
que no hay mayor fortuna que aquella que un día encontré
al saquear tus labios en busca de un beso impregnado en café.
botín de amor eterno, de una magia que me ha devuelto la fe.
Vestida de luz, con los astros haciendo sus nidos en tu pelo,
te posaste ante mí y al batir tus alas espantaste las sombras,y me dijiste, "si algo tengo claro en el mundo, es que te quiero".
Fuiste alumbrando sin titubear las baldosas en cada uno de mis pasos,
y aún cuando la lluvia hizo imposible que pudiéramos alzar el vuelo
me susurraste "aún bajo la tormenta puede navegarse sobre los rayos".
No soy un artista aclamado ni un poeta derrotado, tan solo lo que ves,
un conductor incombustible de la energía que recorre nuestra piel,
la voz de un susurro imperceptible que a todos nos invade alguna vez,
transcribiendo lo que todos sienten y que en el fondo les reconforta leer.

Gracias por tus estimulantes palabras. Los poetas nos abrís camino por el mundo de los sentimientos como cicerones de la sensibilidad
ResponderEliminarGracias por tus estimulantes palabras. Los poetas nos abrís camino por el mundo de los sentimientos como cicerones de la sensibilidad
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