Recuerdo aquella tarde, tu soltaste mi mano
y me pediste una prueba de mi amor,
te habría bajado la luna hasta tu lado
pero, ¿Qué es robar la luna cuando tu al sol
le quitas sus rayos? lo dejaste en cueros, ¡corazón!
Recuerdo que me pedías magia, ¡me la pedías tu!
como si las ascuas hablasen y me pidieran calor,
yo me vestí de príncipe azul y del ogro aterrador
te traje las sombras y desenterré la luz
y ahora que nada tengo, lo que me sobra es amor.
Recuerdo tanto, y es tanto lo que olvido
que nuestra historia se fue enredando con las fábulas,
se fue mezclando con folclore y misticismo
donde un hada blanca y la bruja oscura
vinieron a tejer nuestro manto de aventuras.
Recuerdo que te besé sin pronunciar un Te quiero,
que me declaraste tu amor sin decir nada,
que yo era tu edredón y tu mi témpano de hielo,
el café estaba asqueroso y ni leche nos quedaba
pero eso no importaba, porque tu dormías tranquila
y yo ni bostezaba por no perderme el baile de tus pestañas.
Como el mejor de los cuentos, guardo nuestra historia feliz
y un final por escribir, tan memorable como nos pertenece.
Bonito!!
ResponderEliminarQue bonitooooooo
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