Como las olas, tu voz me mece y me golpea
contra las rocas, un diablo que navega
y como único destino lleva el fondo del mar.
Como una droga, arrebátame todo lo que ves
menos tu boca, que seda y me enloquece
y si me falta entre mis labios me hace delirar.
Yo como el fuego, a veces paz y a veces guerra
pero te quemo, y como fénix te veo renacer
hasta la llama de la que ya no te vea brotar,
y como hojas, te vayas con en viento lejos
a otro lugar, fuera de tantas cenizas
y de aguas saladas que bañan tus heridas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario