Me asomo al balcón y encuentro un mundo roncando, que no sabe de mí ni le importa, el permanece en su letargo y haciendo imposible mi descanso, ¿ Cómo descansar? ¿ Cómo huir? Si el sonido es solo ruido, si las nubes son sólo humo en un cielo a punto de colapsar.
Trato de gritar, de alzar la vista mas allá de las antenas y escribir mi nombre donde no lo eclipsen pantallas ni farolas. Y ¿ Quién oirá mi voz en el asfalto? No pido una mano en auxilio, ni mas salvavidas que la paz de haber sido al menos escuchado.
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