Como la bandera que ondea en el navío
del pirata que huye del yugo de los reyes,
como sábanas blancas tendidas al amparo
del sol en la hermosa campiña toscana,
así es como se mecía tu cuerpo sobre el mío,
como un telar que incesantemente tejes y destejes
igual que la dama Penélope de la noche a la mañana
luchando por dictar con sus propios dedos
los puntos, comas y apartes de su destino.
Como la nube blanca jugando a esconder los rayos de sol,
mi boca acariciando tus labios radiantes,
tus mejillas de granate y nácar cerca de mi corazón.
Guau, IMPRESIONANTE
ResponderEliminarGenial. Tiene fuerza y una sutileza sensual
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