Jugar a correr por las cornisas, saltando de teja en teja,
el truco está en no pararse, en que nada te detenga
pues si permaneces quieto demasiado tiempo
el peso de tu cuerpo hará que la teja caiga el suelo
y te llevará consigo sin importar cuan alto estuvieras
ni por cuanto tiempo en los tejados corrieras.
Pero a veces nos quedamos sin tejados,
nos topamos con un abismo ante nosotros
que difícilmente nos permitirá llegar al otro lado,
¿Saltar y rezar para que nos amparen los toldos?
Quizás jugar a que podemos cruzar el acantilado
y si fallamos, ¿Qué mas da? hemos reído y llorado,
hemos sufrido, pero ante todo, hemos jugado.
Jugar a contrarreloj, sin tiempo para reflexiones,
sin tiempo para tomar buenas decisiones,
tan solo la arena que va cayendo sin detenerse
y cubriendo tus pies si osas a no moverte...
Jugar a todo o nada, sin ases en la manga
tan solo una jugada escasamente elaborada
Saltar a lo desconocido...
y descubrir si fue un farol o ganamos la partida
No hay comentarios:
Publicar un comentario