Recopilación de textos narrativos y poesías personales, disfrutad su lectura igual que disfruto yo llevando mis dedos desde su inicio hasta su punto y final.

domingo, 28 de febrero de 2016

De rimas, leyendas e inspiración

Debo sentirme agradecido, creo que debo sentirme afortunado de estar vivo y poder manifestarlo, de sentir que hay algo más y tratar de expresarlo cada día. Es curioso como la vida te lleva por caminos raros, como decía aquella canción de Quique González, y es que hace unos 12 años que comencé a escribir poesía tratando de transmitir todo lo que invadía mi espíritu, tratando de expresar lo que me azotaba por dentro y quería salir ahí fuera... ¿Por qué? por un individuo sevillano llamado Gustavo Adolfo Bécquer, es curioso, porque lo había olvidado, había olvidado por qué comencé a escribir y lo cierto es que fue por su culpa o gracias a él, me sentía tan identificado que quería tratar de igualarle, no en popularidad ni en éxito literario, sino en aquella manera de expresar lo inexpresable, ese afán de convertir en palabras lo que ni todos los sentidos aunados serían capaces de integrar...
Y he aquí, que la persona más importante en mi vida, mi musa y mi fuerza, comienza a realizar un trabajo sobre este mismo autor, se sumerge en la atormentada mente del ilustre hispalense y va descubriendo cómo él, ya en su momento se dio cuenta de que necesitaba no solo un arte, sino de todas ellas para tratar de expresar lo que le invadía por dentro, ¿Habrá algo más hermoso y más trágico a la vez? Esa lucha constante por tratar de arrojar algo de luz, por dar forma a lo inefable...
A veces escribo simplemente para abrir esa esclusa, para ganarle otra pequeña batalla al deseo de expresar lo que ni los más grandes logran por completo a lo largo de su vida... Y tal vez sea simplemente eso, una labor que no se concluye en una sola vida, en un solo espíritu, y tal vez sea que, como un tapiz de toda nuestra esencia, cada uno va tejiendo como puede, cada uno enciende su pequeño fósforo en busca de la puerta... Si esto es así, que preciosa es la vida, que trágica y hermosa, como su muerte joven, como millones de estrellas dibujando una sola constelación en el firmamento...
Es curioso que la vida a veces te trae de vuelta como arrastrado por las olas una sensación, un recuerdo, una motivación.. y como pescadores de manos agrietadas lo recogemos en nuestras redes y devolvemos al mar lo que no necesitemos...

A veces me da por pensar y debo dar las gracias por estar aquí. citando a Walt Whitman... "Que estás aquí, que existe la vida y la identidad, que prosigue el poderoso drama, y que tu puedes contribuir con un verso"

viernes, 26 de febrero de 2016

Des pierto y aún sueño.

Desperté casi tan mecanizado como el reloj que recién había golpeado en la mesita de noche, el sol aún no había salido y a mí me invadió una sensación de entumecida derrota, nadando a contraluz, corriendo a un ritmo impropio que amenazaba cada mañana con hacerme tropezar. y entonces la vi a ella...

Apenas si desligaba un párpado del otro y el calor sacudió el rocío en la ventana, apenas abrió perezosamente sus ojos y el torrente de luz que de ellos brotaba me empujó mecido hasta la cafetera y mi taza verde. Ella era mi por qué, tan sólo ella mi razón, la motivación y mi inspiración. La espelta rama de sauce que se desliza por el cauce deliciosamente y entre saltos y afluentes extiende sus hojas y me salva, ella me mantiene a flote; su voz, que in abrir los labios riega mis oídos, nutre mis sentidos y me embelesa con ese "Vamos a lograrlo" que me inunda cuando salpica en su rostro una sonrisa...

Ella, como un poema de piel y huesos, como la armonía que solo conoce quienes contemplan el universo: un vals de constelaciones que siempre gira con elegancia y majestuosa sencillez. Ella es la canción de cuna que apacigua, es el himno de batalla que incita a la rebeldía, a sonreír cada mañana por frío que amanezca el día.

Su cuerpo, que es partitura en braille entonando la más pura catarsis, que es la lira vibrante capaz de lograr la más bella derrota que pudiera encontrar tu alma solo por estrechar su mano, solo por rendir todas tus plazas a sus pies y besarlos al menos en una ocasión .

Os dije que desperté, pero lo cierto es que cada vez que duermo a su lado, el sueño llega cuando abro los ojos y no mientras permanecen cerrados.

martes, 23 de febrero de 2016

De marcharse

Vendrás a por mí, con tu mano helada te posarás en mi cargado hombro y sonriendo me dirás que ya es la hora. Vendrás, lo se, tal vez mas pronto que tarde y arrojarás un velo sobre el quebradizo cuerpo que dejaré para un recuerdo efímero.

Te escribo en letra pequeña porque se que estas cerca, tanto que a veces tu delicada mortaja acaricia mi espalda y un escalofrío recorre toda mi piel como un ratón asustado buscando refugio. Te escribo despacio y tranquilo, demasiado tal vez pero, ¿que hacer? Mejor que me recojas aquí, haciendo lo único que se en lugar de atrincherarme en el sofá, envuelto en miedo y angustia. Voy haciendo las pases conmigo mismo, demasiada guerra interna mientras las vigas de este cuerpo se desmoronan.

Un hombre sencillo, eso debía ser tal y como dice la canción, pero nadie nos indicó el camino recto, y ahora se que vendrás, tan bella e implacable como las olas del mar, como el último beso...

Se desliza accidental mi bolígrafo entre los dedos hasta caer al suelo
y su mano viene a sustituirlo, como aquella fría brisa de invierno
que se cuela por una rendija, como el beso de tu madre al acostarte,
súbito, pero sin miedo alguno, tan previsto y a la vez tan impactante.

viernes, 19 de febrero de 2016

De nuestro mundo

Entre tus ojos y los míos hemos construido un mundo,
Con montañas y laderas de tierra puesta de por medio,
Con mares de lágrimas que visten el suelo de azul profundo.

Entre tu cuerpo y el mío, que un día alzaron volcanes
Hoy solo veo un planeta inerte y asolado sin remedio,
Ya no hay pájaros en el cielo ni vida en nuestros valles.

En este mundo donde mis versos se hicieron roseta,
Como grises esquelas de este nuestro cementerio
En el que reposan tu amor y el mio a la luz de una vela.

Te escribo este epitafio escueto y mal encadenado
Como el alma errante que vaga arrastrando su tedio,
Para no olvidar que un día me sentí  vivo a tu lado...

Para que no olvides que una vez mi piel fue yesca para el pedernal de tus labios.



jueves, 18 de febrero de 2016

De nuestro último baile

Si sucumben mis manos a mi propio invierno,
si mis huesos se anudan como ramas heridas,
y si oyes mi cuerpo crujir como la escarcha,
dime que aún bailarás conmigo un último baile.
 
Aunque el frío que me invada jamás dejará un Te quiero
atrapado en el umbral de mi boca entumecida,
jamás agitaré sobre mi piel una roída bandera blanca
esperando sentado a que mis hojas se vuelen con el aire.
 
Si mis fuerzas me abandonan y escapan por un agujero,
por una grieta entre mis huesos romos y la piel roída,
podría llegar el día en que no pueda volver a escribirte una carta
pero mi amor, tu siempre serás poesía, serás siempre el verso más grande.
 
Fuiste y serás el río invisible que amamantaba mi sabia,
la luz del sol cuando aún acaricia las montañas,
es por ti, mi amor, que aprendí a escribir poesía
pues todos los versos que escribí hasta encontrarte
solo eran troncos vacíos, eran manojos de nada...
es por ti que aunque muera mi cuerpo, ya jamás podrá hacerlo el alma.

lunes, 15 de febrero de 2016

De tu jardín y el mío

La rosa más hermosa no creció
ni en tu jardín ni el mío
no conoció jamás un tiesto
ni se ocultó en la orilla del río.
Esta rosa germina en mi pecho
germina en el tuyo, en todos nosotros,
porque nadie podría hacernos creer lo contrario,
ella es la más hermosa flor de enero
y sabes que más que tu, es ella quien te ha encontrado
para hacer de tu vida un jardín entero.
 
A mi rosa de ojos marrones,
con su voz de primavera
y su pelo como el cobre.
 
(gracias por llenar de vida mi triste parcela)

viernes, 12 de febrero de 2016

De una princesa.

Había una mujer, la conocían como la princesa deshilachada, con su vestido rasgado y su melena despeinada. Desde el palacio la observaban como una rareza inadecuada: "solo vale para recorrer a pie la vereda y la cañada". Y es que.. ¿Cómo no iba a pasear deshilachada? Si cuando se arriesgaba a abandonar el camino, los demás la empujaban a las zarzas en vez de ayudarle a cruzar las zanjas.

Perdió los zapatos en el lodo y aún así no regresó llorando a palacio, en su lugar aprendió a caminar con paso firme y despacio. Decían que estaba loca, tal vez solo era que no querían entenderla, así aprendió a escuchar su propia voz y no esperar sentada a que otra apareciera.
Princesa deshilachada y ondeando al viento, se hizo una bandera con los jirones de su vestido pues es mejor caminar desnuda que vivir con la piel y los retales estancados en un asiento.

martes, 9 de febrero de 2016

De sal y vida

Canto a la sal, la sal pirata,
la que te besa en la cara
y traviesa se escapa,
canto a su fuga del mar,
a su romance en las olas
y la arena que no pudo olvidar.
 
Yo se de una playa escondida
donde el viento arrastra pasiones,
guarda un poco de nuestros corazones
y en granos de sal los deshace.
 
A veces humedezco mis labios
y un vestigio salado me reconforta,
algún grano de amor desprendido
que se cuela por mis pasillos coronarios,
en alguna playa alguien se enamora
y yo a ella más la amo, más la quiero conmigo.
 
Canto a la sal, la sal que da la vida,
como sus besos cuando se despierta,
como reír e invadir el salón de alegría,
sus ojos cuando llego a casa y me ve de vuelta.

domingo, 7 de febrero de 2016

Del inevitable tic tac

Quedé pequeño, quedé minúsculo al sacudir
La amalgama de polvo y llanto que me hacían persona,
Le di al viento tanta arena que al final descubrí
Que era tan volátil y frágil como el rocío al pasar la aurora,
Y ahora el tic tac de mi pecho a veces suena más claro,
Entre pulsos su susurro se torna de nuevo audible,
Una verdad desvelada, un secreto confesado:
El flujo del tiempo nos lleva a todos hacia el mismo destino,
Pero de ti depende escoger por qué surcos discurre,
De ti depende si vivir muriendo o vivir tu vida hasta que la reclame la muerte

viernes, 5 de febrero de 2016

De tus mejillas

Como la bandera que ondea en el navío
del pirata que huye del yugo de los reyes,
como sábanas blancas tendidas al amparo
del sol en la hermosa campiña toscana,
así es como se mecía tu cuerpo sobre el mío,
como un telar que incesantemente tejes y destejes
igual que la dama Penélope de la noche a la mañana
luchando por dictar con sus propios dedos
los puntos, comas y apartes de su destino.
Como la nube blanca jugando a esconder los rayos de sol,
mi boca acariciando tus labios radiantes,
tus mejillas de granate y nácar cerca de mi corazón.

jueves, 4 de febrero de 2016

De blanco y negro

Hay una plaza en la oscuridad y dicen que lleva mi nombre, un asiento pintado en negro que me reclama mientras una luz blanca tras de mí observa mis movimientos. Siempre oí que la oscuridad es mala y, sin embargo, todo lo bueno me sucedió a oscuras. A oscuras llegué al mundo, a oscuras le robé el primer beso a la mujer mas hermosa y de mas profunda mirada, a oscuras me brotan los versos mas sinceros, los que emergen y echan raíces antes de que ningún faro de juicios queme los tallos inervados desde mi alma.

Pero ni en luz ni en sombras tiene mi espíritu su cobijo, ni blanco ni negro sino un azul casi eléctrico, como el cielo en el instante de ser rasgado por una lluvia de estrellas fugaces. Azules son las paredes de mi pequeño reino, azules las cortinas desde las que me asomo y miro el mundo dicromático que quiere engullirle. Escucho las voces que se pasean por el tablero de ajedrez y me tachan de loco, me visten de rareza, de una demencia desacorde e inapropiada.
No es apropiado vestir de azul, no es apropiado sonreír sin compromiso, sentado en el suelo y no en un trono, inapropiado es tener sueños magenta y escribir pareados de verde y cían. Inoportuno es creer que unos tienen la fama mientras otros tejen la lana.

Bailo, tropiezo y vuelvo a bailar sobre un arcoiris que no entiende de negros y blancos, que se ríe y confiesa que no hay mayor locura que ignorar el abanico que se despliega entre ellos.

lunes, 1 de febrero de 2016

De la perdición o la perfección

Como las lágrimas son lágrimas, bien de tristeza o bien de alegría, así mismo sustancias endógenas como la Dopamina participan en respuestas muy distintas como la adicción a las drogas, la motivación, la sociabilización e incluso hallarse involucrada en la experimentación del orgasmo en la conducta sexual.
Somos individuos complejos, pero al conocernos mejor llegamos a una conclusión sencilla: Vive bien y serás tan feliz como te permitan tus posibilidades. Es decir, somos nosotros mismos quienes decidimos si fortalecer los mecanismos naturales de motivación y refuerzo o si bien desestructuramos tales mecanismos por medio de agentes que nos alteran por dentro, y por aquellos hábitos que bloquean nuestros sistemas naturales de satisfacción, vigilia y atención.

Ser feliz no depende únicamente de los sucesos que vivamos, sino que importa también cómo nos disponemos ante estos sucesos, qué actitud tomamos en la vida y, especialmente, qué valor otorgamos a las experiencias tanto positivas como negativas. Siendo simplista, podría decir que somos como un coche recién salido de fábrica: Cómo funcionemos va a depender desde el momento en que decidimos que combustible usar, hasta cómo decidimos atravesar cada bache o pendiente.

Tu organismo sabe qué hacer, sabe qué sustancias ha de liberar para producir la placentera sensación que refuerce nuestra conducta, lo único que necesita es disponer de los ingredientes adecuados y que no le ataques con elementos nocivos ni actitudes negativas que irrumpan en su funcionamiento.

A fin de cuentas, lo que hace que una droga sea capaz de que una persona lo deje todo en su motivación por perseguir un poco mas de esa sustancia externa es que dicha sustancia está actuando sobre los receptores de Dopamina, es decir, aprovecha una vía y un mecanismo que ya existe en tu cuerpo, el mismo que utilizas cada vez que decides seguir esforzándote porque alguien ha valorado tu trabajo, cada vez que mantienes una buena actitud porque se te apremia, cada vez que eres consciente del mérito que tiene haber llegado tan lejos...

La felicidad habita en nosotros mismos, es natural y propiamente nuestra. Encuentra la manera de sonreir y la felicidad saldrá a su encuentro.