Recopilación de textos narrativos y poesías personales, disfrutad su lectura igual que disfruto yo llevando mis dedos desde su inicio hasta su punto y final.

domingo, 7 de agosto de 2016

De miradas que inspiran

Ella se sentó a mi lado y preguntó -¿Qué sabes hacer?.
-Nada -contesté- Solo escribir, a veces prosa, otras versos..
-¿Sólo escribir? -Exclamó- y Dios tan  solo sabe pintar,
una mañana se despertó y dijo... hoy pintaré el amanecer.
Ella guardó silencio fijando en mí aquellos ojos inmensos
y me arrojó una sonrisa de esas que son capaces de atar
a un alma a ras de otra hasta el fin de sus dichosos días.
 
A veces no era capaz de esperar y lanzaba miradas furtivas,
conocía el rostro de este pobre soñador de manos inquietas
y cómo apretaba los labios cuando me perdía entre las líneas.
Me conocía como si hubiera estado a mi lado toda la vida,
sabía cuando caían los pesados pensamientos de mi cabeza
y cuando simplemente me dejaba fluir como las gramíneas,
ella sabía que en cada estrofa encontraba algo de alegría.
 
Yo apretaba mis dedos, era tan sólo un pequeño defecto,
quizás uno de tantos, una larga lista de manías y vicios,
los apretaba justo cuando estaba a punto de desnudarme:
me deshacía torpemente de mi coraza, soltaba el peto
que me protegía del mundo y mantenía a salvo mis lirios,
después juntaba los labios como si ella fuera a besarme
y mi alma, tan impúdica, de todo velo se desprendía....
 
A veces se escapaban mis más oscuros pensamientos,
otras veces tan sólo reflejaba la oscuridad del mundo,
y en ocasiones, las más, llenaba de luz los renglones
tratando de describir lo que ella alumbraba por dentro,
compartiendo esta llama más allá del basto muro
que separa mi ser del resto de inquietos soñadores.

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