Tal vez, si dedicásemos algo más de tiempo a nosotros mismos, a comprendernos, descubriríamos que nuestro propio cuerpo tiene la capacidad de segregar todas las hormonas y neurotransmisores necesarios para hacernos sentir una felicidad extrema, para mantener la atención a lo que debemos, para sentir placer, y experimentar intensamente cualquiera de esas emociones que nos son tan humanamente propias, amén de ser capaces de reparar estados emocionales como la depresión y la ansiedad, dos de los grandes males de nuestro tiempo.
Somos como un gran laboratorio de química, posees los ingredientes y las herramientas, conoce cómo funciona y podrás adaptarlo a las diferentes situaciones en las que puedas encontrarte. A menudo tratamos de compensar, equilibrar o reparar déficits o excesos por medio de agentes externos sin ni siquiera haber intentado primero buscar la respuesta dentro de nosotros mismos. ¿Tanto nos asusta abrir esa puerta y descubrir qué tenemos dentro?.
Atentamente: un joven segregando serotonina desde la mañana. Un abrazo.
Sigue ayudándonos a tirar de esos i trínse os tesortes.
ResponderEliminarSigue ayudándonos a tirar de esos i trínse os tesortes.
ResponderEliminarhola
ResponderEliminarsoy un estudiante de la clase de lengua de Antonio Jesus Borrero
ResponderEliminarQuisiera decirte que es una gran labor lo que desempeñas aquí.Estoy empezando a seguirte ahora gracias a mi maestro.
ResponderEliminarPor supuesto Antonio, mejor que nadie sabes lo importante que es enseñar a otros el potencial que esconden dentro; y gracias Gabi, me alegra mucho que pienses así, tengo muy buenas referencias de ustedes a través de tu maestro. Un abrazo.
ResponderEliminar