Colgado de tu voz, de las delgadas hebras de tus suspiros y queriendo alcanzar la cima donde moran todos los "te quiero".
Me abro camino desde el susurro que se escabulle entre valles hasta el escorzo de un grito que araña impulsivo el cielo.
Y al toparme con tu cuello, con esa escalera vibrante descubro una palabra enredarse allí dentro con marañas de viento.
Solo para decir algo, solo para regalarle al mundo un estallido de fonemas que topa con las paredes del universo.
Colgado de tu voz, del dulce umbral de tus labios que desgarran el velo de este mundo y nos llevan hasta donde un beso no es tan solo un beso.
Me gusta leerte y comprobar el venero inagotable de tu estro.
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