Recopilación de textos narrativos y poesías personales, disfrutad su lectura igual que disfruto yo llevando mis dedos desde su inicio hasta su punto y final.

jueves, 30 de junio de 2016

De huellas y maduración

   
¿Derrota o victoria a largo plazo?
Hasta en las propias derrotas encontramos a veces una amarga victoria, una victoria sobre nosotros mismos, sobre la visión que teníamos del mundo y de aquello que lo compone, a fin de cuentas, somos el resultado de nuestros aciertos y también de nuestros errores, somos la consecuencia de nuestros actos...

     Al igual que cuando sufrimos la infección de un virus en nuestro cuerpo por primera vez nuestro sistema inmune crea una serie de anticuerpos selectivos, fruto de su enfrentamiento más o menos eficaz contra este microorganismo, que se quedará guardado en dicho sistema como una huella; cada enfrentamiento en nuestra vida nos hace más selectivos, nos hace aprender a cómo reaccionar ante nuestro medio, diferenciando nuestras respuestas en función de con quién o donde estemos, en función de lo que ahora ya sabemos y antes desconocíamos... Toda toma de contacto, más o menos grata deja en nosotros un recuerdo, como el rechazo que se genera en los niños desde la primera vez que prueban las acelgas o la ilusión que manifiestan cada vez que escuchan la palabra "gominolas" después de haber descubierto su sabor. Y así, a través de múltiples enfrentamientos con el mundo, vamos descubriendo qué es bueno y qué es malo para nosotros, en quien podemos confiar, con quién debemos mantener la distancia, incluso qué tipo de respuesta dar a aquellos a quienes abrimos la puerta.

El gran mapa del tesoro sin desentrañar
 La Serotonina (5-HT) es un neurotransmisor fundamental en la regulación de las emociones, implicado hasta tal punto que la alteración de sus niveles en el organismo provoca en nosotros graves trastornos del estado del ánimo (Depresión, Distimia, Ciclotimia, Trastorno bipolar...), en nuestro cerebro, esta sustancia actúa como una llave de paso a nuestra respuesta emocional, el contemplar a nuestra pareja arreglándose justo antes de salir puede disparar los niveles de 5-HT provocando una reacción similar al regocijo y emoción que nos supuso la primera vez que salimos de fiesta con esta persona tan especial, el simple hecho de pensar en ver a una persona con la que discutiste puede alterar estos niveles hasta generar en nosotros una sensación de angustia y pesar capaz de impedirnos disfrutar de una actividad que por lo general supone alegría y diversión para nosotros... De este modo, todos nuestros vínculos, todas nuestras interacciones, generan una huella discreta en nosotros, van construyendo y modificando nuestro modus operandi, por eso prefiero creer que hasta cuando sentimos que hemos "perdido", aún cuando nos llevamos un golpe emocional, esto no es sino parte de este continuo aprendizaje que como seres humanos se nos permite.

     Somos un mar de mareas neuroquímicas con mucho por cartografiar aún, llenos de islas misteriosas donde se esconden los rasgos de nuestra propia naturaleza, y al igual que Colón buscando una ruta hacia las Indias, a veces debemos perder para ganar, fracasar para aprender y aceptar que a veces es necesario encallar en terreno pantanoso para descubrir que estábamos equivocados...

     Me cuesta creer que la madurez sea cosa de la edad, ni siquiera me gusta pensar que se deba al número de fracasos en la vida o la cantidad de errores cometidos, sino a las huellas que cada paso, acertado o errado, se graban en nosotros, a lo que hacemos con aquello que nos sucede...

lunes, 27 de junio de 2016

De llegar más lejos

Camina, observa, aprende, de tus tropiezos, de los ajenos,
trepa, esfuérzate, descúbrete, al extraño que hay en ti,
de todas las experiencias, de todo lo que en vida conocemos
aprovecha lo bueno, quédate con lo que te ayude a vivir
y entonces ningún tropiezo podrá convertirse en derrota.
 
Pasamos mucho tiempo refugiados en nuestra zona de confort,
y aún cuando tenemos la intuición de poder llegar más alto
seguimos contemplando el abismo como un enemigo aterrador,
decimos que es imposible incluso antes de llegar a probarlo
y así justificamos nuestro propio miedo a la tierra ignota.
 
Se feliz con aquello que haces, sea lo que sea, hagas lo que hagas,
porque si es bueno para ti, ¿Qué más darán todas las demás voces?
que nadie nos cubra con su propio velo, que nadie nos arroje su manta,
demuestra que estás aquí, que estás vivo y que por nada te escondes.
 
Camina, observa, aprende, llega más lejos, y de nuevo más lejos,
comprueba cuales son tus límites y pregúntate si puedes superarlos,
aprovecha tu libertad, renuncia de todo lo malo, asimila lo que es bueno,
y recuerda que hay caminos que sin duda es mejor no tomarlos...
recuerda que tu escoges tu ruta, lograr tu meta es lo que de verdad importa
 

miércoles, 22 de junio de 2016

De autorretratos

Escribo con la mano izquierda y prefiero el papel,
y así empecé con quince años a escribir en clase,
prefiero contar historias que lanzar conceptos a granel,
y aún así se me quedan cortas para lograr expresarme.
 
Emborrono la tinta a mi paso cuando escribo con grafito,
y me pregunto como harían los pobres poetas zurdos
para querer ofrecerle a su amada el cielo y su infinito
entre versos arrastrados desde la camisa hasta el puño.
 
Me gusta una conversación culta, pero odio a los pedantes,
no soporto a quien lee un libro de historia o de anatomía
y ya se piensa que su verdad es más acertada que la mía,
ni tampoco a quienes quieren ir siempre por delante.
 
El café caliente, la cerveza fría y el agua templada para mí,
soy más de bocadillos en la mochila que de platos caros,
aunque para mí no tiene precio encajarse un buen estofado,
no soy buen cocinero, lo suficiente como para sobrevivir.
 
Cargo con más defectos que virtudes, demasiadas averías
como unas manos que se encasquillan cuando les place
muchas pequeñas cosas y aún así no me roban la alegría,
porque al menos sigo en pie, y si aún puedo protestar
para mí ya es una razón por la que uno debe alegrarse.
 
Prefiero una hamburguesa antes que un pescado al horno,
una tasca de barrio antes que el bullicioso bar de moda,
chatos de vino, pues las copas de balón no las soporto,
me recuerdan a quien presume más de lo que portan.
 
No me gustan las banderas, menos aún para marcar barreras,
y sin embargo me encantan los escudos y la simbología,
a decir verdad me gusta todo aquello y todos aquellos
que dicen mucho sin necesidad de usar palabras apenas,
pero ojo, me gustan conversaciones largas como el día.
 
Escribo relatos cortos, tal vez porque más corta sea mi memoria,
prefiero antes que la prosa el verso, aunque me invente la rima,
como si dentro de toda armonía hay un poco de caos y discordia,
prefiero hacerlo con música de fondo, por eso cada vez que escriba
por dentro pensaré... tu, verso, naciste de una musa llamada melodía.
 

lunes, 20 de junio de 2016

De-jar brotar las palabras

Tenía los dedos llenos de garabatos, las palabras se apilaban al extremo de mis falanges deseosas por escapar y saborear la superficie del papel, pero ni mis pequeñas ni yo conocíamos el orden en que aquella procesión gramatical debía encaminarse desde mi piel hasta este mural cambiante de chips y bytes. Las sentía corretear por detrás de mis huellas, jugaban al escondite y volvían a mezclarse una y otra vez...
 
-Os invito a salir. Les dije amablemente.
-Podéis marcharos, atravesar este umbral
y enfilaros en este lienzo ordenadamente.
Pero ellas optaron por permanecer igual,
dispersas, atascando mis pensamientos
como las diminutas cuentas de un collar
que al caer terminan en el sumidero atrapadas
impidiendo que el flujo de agua pueda pasar,
y mis palabras aquí aún siguen atoradas...
 
-Corred!. Les suplico en voz baja,
-dejad que las musas abran la puerta,
volad como niños con polvo de hada.
Pero se quedan inmóviles, casi muertas,
en un letargo nacido de los fríos inviernos
como gorriones que en el alfeizar se arrejuntan
con miedo a enfrentarse al viento helado,
miedo a las heladas corrientes que empujan
sus alas y les arrojan contra el tejado.
 
Tenía los dedos enturbiados, con jirones de tinta deseando brotar a borbotones, y sin saber de donde había salido, las palabras de Ovidio se colaron entre mis neuronas... «y era verso al final cuanto intentaba escribir».
 

domingo, 19 de junio de 2016

De gardenias

Cuantas sonrisas caminando hacia el patíbulo,
cuanta felicidad condenada al exilio sin remedio
por haber nacido a la sombra de la incomprensión,
por no seguir ningún guion ni plan ridículo,
se topa la alegría de bruces con el miedo,
el miedo a al rechazo, al odio sin razón...
 
Cuantas ilusiones desfilan hacia el cadalso,
cuantos sueños son perseguidos, hostigados,
obligados a crecer lejos de cualquier aplauso
solo por no ser lo que otros habrían esperado.
 
gardenias que florecen en un jardín de rosas
esquivando espinas y apartando palabras dañinas,
como nutrias que avanzan rio arriba revoltosas
aprendiendo a nadar al tiempo que curan sus heridas.
 
Pero hasta los girasoles más fuertes a veces miran al suelo
y contemplan con dolor las piedras que fustigan sus raíces,
suspiran y estremeciendo sus hojas confiesan en secreto,
-¿Cómo no voy a sentirlas si van corriendo por mis venas?
prefieren no escuchar pero saben bien lo que se dice,
prefieren no mirar pero a veces las lágrimas llegan a la arena.
 
Cuantos gritos que se ahogan en el silencio más disfrazado,
disfrazado de indiferencia, de vivir mirando para otro lado,
cuantas lunas han visto aquellas pupilas clavadas en el techo,
pintando las noches de insomnio y un puño clavado en su pecho.
 
Caminamos por el lado izquierdo de esta vereda,
y aprendemos que esto es lo que nos espera:
recorrer un sendero iluminado solo por las antorchas
de aquellos que nos persigan portando sus horcas,
hacer pedernal de las pedradas que nos vayan a arrojar
y prender sus guiones para ayudarnos a alumbrar.

sábado, 18 de junio de 2016

De coleccionar infiernos

Vengo a sentarme aquí, a ras del suelo,
donde hace tiempo que no llega la luz del cielo
porque no me atrevo a salir de este agujero.
 
Vengo a vaciar mis bolsillos por completo
donde he ido guardando todos mis infiernos,
y ahora busco al diablo a ver si quiere juego.
 
Saco las cartas, teñidas de hollín y tierra seca,
de tropezar por ellas en todas las aceras,
de haber escogido mi camino siempre a ciegas.
 
Le pido al diablo fichas y que disponga la mesa,
le enseño la colección de cicatrices de mi calavera
 y le ofrezco el vino que fermentaron mis penas.
 
Poker de heridas, el se desviste y me enseña su mella,
llagas de alas blancas de las que ya nada le queda
subo la apuesta y le digo que él no teme que nadie muera.
 
El saca su as en la manga, no se lo que es vivir condenado,
yo no amedrento, le pregunto si alguna vez se ha enamorado,
el se ríe y me muestra una foto que siempre lleva a su lado.
 
Hasta el diablo ha amado, hasta él ha llorado
todos hemos sufrido, a todos nos han marcado,
todo queda en tablas, nos marchamos empatados.
 
Regreso a casa sin fuerzas, me dejo caer agotado,
juraría que nadie escapa de sufrir en algún momento,
pero aprendo la lección del diablo, por viejo o por sabio,
pero por más que pasen los siglos, aún no se ha cansado,
aún no se ha rendido, mientras le quede aún  aliento...
 
Todos vamos coleccionando nuestros propios infiernos,
todos sufrimos y a todos nos abaten de la piel a los cimientos,
pero merece la pena luchar, volver a levantarse del suelo
y seguir salvando las trabas para llegar a nuestro propio cielo.


jueves, 16 de junio de 2016

De amar a una mujer.

No amaré a una única mujer el resto de mi vida, no, durante el resto de mis días amaré a todas y cada una de las que tú seas, lo haré como amo a la que hoy veo ante mí, como lo hice con aquella tú que hubo hace un par de meses... Amaré a todas esas tú que estén por llegar, pues todas habitan el mismo cuerpo y en todas encuentro la razón de amar, la razón de ser...
 
Vas construyendo y reconstruyéndote una y otra vez, revelando todo lo que se esconde dentro de ti y ¿Sabes qué? que siempre encuentro la luz del faro, siempre la canción en tu corazón que eclipsa mis sentidos; por más que te disfraces de otra tu jamás paro de quererte, jamás dejo de soñarte...
 
No amaré a una única mujer pues entonces solo te amaría en parte, solo por un instante como el que se enamora de un retrato, estático, efímero, un reflejo fugaz inmortalizado dentro de un marco muy bien adornado, yo te amaré durante todas las diapositivas, yo te amaré hasta el final de este film, cuando mis pobres sentidos no atiendan ya a ninguna escena, entonces me iré con tu recuerdo...
 
La historia entre dos personas no se cuenta en fotogramas, no hay bocetos de su risa ni trazas de su última locura, la historia es un guion lleno de anotaciones y en constante ampliación, es una película en versión extendida y con los comentarios del director. Nuestra historia no se guarda dentro de un marco, nuestra historia.. es una canción...

domingo, 12 de junio de 2016

De tierra y aire soy

Hijo de nadie, de un padre y una madre
Que para mi son y serán lo más grande,
Hijo de nadie, del mundo afortunado
Por haber venido a nacer a este lado.

 No tengo patria, tampoco una bandera,
En este país nací, y tal vez no en él muera,
Yo soy hijo de nadie, como lo son las aves,
Yo soy fruto de la tierra, pero también del aire.
 
Doy gracias por haber nacido entre algodones
Pero eso no me hará atrancar los portones
Que separan este mundo y el otro, el gris...
Porque gris fue también la tierra de aquí

 Cuando los unos huían para irse lejos
Y los otros veían secarse su triste pellejo
Yo soy hijo de nadie, como lo son las aves,
Orgulloso de mi nido y sin hurgar en el de nadie.
 
Mi sangre, hecha de retales, hecha de gentes,
Que corre por dentro sin saber de continentes,
Que allí donde fluya siempre hallará parientes,
Mi sangre, como todas hasta cuando hierve.
 

martes, 7 de junio de 2016

De mi canto a la rebeldía

De esta voz averiada se escapa un canto a la rebeldía,
de esta lengua sembrada por llagas de impotencia,
canto como el pájaro enjaulado que a veces solo trina
para recordar que no todo es alegre en su melodía,
yo canto como aquél hombre que aún preso decía..
"cierto es que el sol no es el centro de todo, pero gira.."
 
Y en rebeldía te amo, porque dime tu, mi bella historia,
si no hay mayor insurrección que el hecho de amarte
cuando ahí fuera en el mundo todo el mundo se odia,
si no hay mayor protesta para ellos que poder besarte
cada día de mi vida, pues somos tu y yo un alma contradictoria.
 
De estas manos agrietadas se escapan unos versos rebeldes,
de estos dedos encallados de apartar los escombros del mundo,
escribo versos de amor como rosas de maceta que dilatan sus espinos
para recordar que cuanto más te apresan, más razones tienes
para golpear con fuerza los ladrillos que levantan nuestro muro,
y si nos sangran, amor, será porque aún estamos vivos.
 
Y en rebeldía te amo, porque tu belleza en este mundo oscuro
es de por sí un acto de traición para su teatro de vanidades,
cuando todo ahí fuera nada realmente es lo que parece
apareces tu, cristalina como el agua y de pensamiento tan puro
tratando de construir tu mundo a base de sólidas verdades
porque amarte es solo un poco de todo lo que mereces.
 
De este corazón rasgado escapa un himno a las causas justas,
amar con pasión, querer con ternura y abrazar en desmedida,
de este ser, de esta mota de polvo en la inmensidad del universo
brotan palabras escogidas para confesar todo lo que me gusta,
para revelar aquello que disgusta y lo que enturbia mi vida,
desparramo versos, soliloquios enteros para decirte que te quiero.

lunes, 6 de junio de 2016

De caladas y paradas - Parte 3 (Final)

La canción había terminado, Roberto ya no estaba observándola desde la ventana, y ella... Ella estaba empapada en sudor después de haber bailado tanto, no importaba que parte de su vestuario hubiera acabado esparcido por el suelo, el calor era demasiado intenso y ni con el balcón abierto de par en par podía contenerse, pero... ¿Debería tomarse una ducha, o esperar a que su selecto público volviera a asomarse por la ventana?
En parte sobre emocionada y a la vez un poco molesta decidió marcharse al baño. El olor a colonia enturbiada que desprendía su cuerpo le hacía recordar esa intensa fragancia a vainilla de su gel preferido, le encantaba salirse del baño sin terminar de secarse solo para mantener aún un poco más aquella fragancia mientras se paseaba por el dormitorio. Pero ahora sólo quería sumirse bajo el chorro de agua fría y desprenderse del sudor -El también estaba sudando- Pensaba mientras dejaba la toalla sobre el lavabo.. -Tal vez se fue a tomarse una ducha antes de seguir con el espectáculo.

Trataba de justificar aquella brusca interrupción del número de baile, al fin y al cabo ¿Cómo podría resistirse? ¿Cómo podría dejarla en la estacada después de lo que había confesado? Era imposible, pero aún así... Había desaparecido.

Entonces, justo al poner el primer pie en la placa de la ducha cayó en la cuenta de algo... ¡La ventana! El cuarto de baño tenía una ventana que daba a la calle, ¿La habría visto también por aquella ventana? Era complicado, pero tal vez el la había visto tal y como se encontraba ahora, desnuda, con el pelo suelto y dejando caer el agua por su espalda justo antes de comenzar a ducharse... Desde luego ahora parecía una idea tentadora, sugerente, emocionante. Ya había comenzado a enjabonar su cuerpo y la espuma se escurría por cada una de sus curvas cuando el rubor invadió su rostro -La de veces que he acariciado mi piel en soledad- Por un instante la vergüenza se apoderó de ella, pensó que quizás el pensaba algo terrible de ella, o quizás era eso lo que le gustaba de contemplarla... No pudo aguantar más con aquella incertidumbre, así que cortó el grifo de la ducha y tomó la toalla para enrollársela apresuradamente mientras se acercaba a la ventana.


¡Maldición! el no estaba allí, y parecía imposible que pudiera verla desde aquella ventana, todo aquella historia avergonzada había sido para nada, toda la calentura que aún manaba de su piel y ya se había salido de la ducha y empapado la toalla...

-Ding!!
-¡No puede ser! ¡El!

Ni siquiera se planteó que pudiera ser otra persona, salió corriendo por el pasillo y apoyándose en las paredes logró llegar al salón sin tropezar, la ropa aún seguía allí desparramada y en un abrir y cerrar de ojos ella ya estaba en la puerta, abrió por puro impulso y allí estaba él, el maldito Roberto, el artista, y ella, su musa, deseando ser tomada en aquél mismo instante...

-¡Desapareciste sin más!
-¿Y qué esperabas? Con ese baile, tu cuerpo...
-Cállate! estás aquí, al otro lado del abismo, ven y conquista esta piel....

domingo, 5 de junio de 2016

De causa y efecto

Confieso que me gusta creer que somos el resultado de nuestros actos, que aquello que hacemos por decisión propia siempre conlleva unas consecuencias, buenas o malas. Este es un pensamiento que me ayuda a actuar del mejor modo cuando me encuentro en la tesitura de escoger entre tomar una senda u otra, cuando debo pensar antes de hacer algo para no tener que pasar mi futuro pagando por los errores de mi pasado ¿Es esta la sombra que quiero que me persiga? Me gusta creer que, exista o no aquello que llaman Karma, el universo en su basto caos tiende a ser, de algún modo, justo; por lo que a aquellos que se dedican a hacer cosas malas deliberadamente, la vida les deparará un castigo apropiado, y que aquellos que se entregan a los demás y a sí mismo de manera correcta, encontrarán la felicidad a la vuelta de cualquier esquina.

 Y se que no siempre es así, se que a menudo las personas hacen las cosas mal y salen indemnes de sus fechorías, que pueden pasar su vida destrozando la de otros sin que la suya se perturbe en absoluto, o, por el contrario, aquellas personas honradas y correctas que parecen poseer un imán para las desgracias y atraen los problemas... Se que el mundo no es justo, pero necesito creer que en el fondo puede serlo, que todos obtendremos algo de lo que cosechemos...
 
No temo a la muerte, no temo a lo que pueda haber más allá (lo siento, pero en mi interior se que no me espera otra cosa que repartir las piezas de mi cuerpo a los pacientes que las necesiten e incinerar el resto para no ocupar más espacio), ni temo ninguna otra ley que no sea la de los hombres (sobretodo la de los hombres injustos), lo único que temo es vivir siendo esclavo de malas acciones, por eso intentaré sembrar fósforos en la tierra fértil, alumbrar mi vida y la de quienes me rodean para no perderme en esta creciente oscuridad.
Como dijo Tupac Shakur: "No estoy diciendo que vaya a cambiar el mundo, pero garantizo que encenderé la llama en el cerebro que si lo hará".
 Un abrazo a todos.

viernes, 3 de junio de 2016

De las heridas de mi cuerpo


Mi cuerpo, tierra de nadie, campo de batalla,

ha vivido tantas revoluciones dentro de sí

que solo cabría esperar una tregua calmada,

que todos se rindieran en esta guerra civil.


Mi cuerpo, sembrado de trincheras, tiznado de hollín,

ha vivido tantos cambios y tantas las guerras libradas

que ya solo me quedan ecos vacíos en cada polvorín,

que si te acercas un poco podrías oler la tierra quemada.
 

Y caímos en la anarquía, la dulce rebeldía

que por todos y cada uno de mis poros corría

como la liebre de marzo huyendo de la jauría.


Pero tras tantas escaramuzas y tantas reyertas,

tras cada insurrección y cada “alguna-arquía”

más claro vi el camino, más clara la respuesta,

y es que mi ser necesita verse a pie en la autovía


Debo seguir moviéndose, seguir cambiando, no, avanzando,

necesito de la inconformidad como el cambio un renacuajo

que ve menguar su charca atentando contra su existencia.


Mi cuerpo, mi triste cuerpo pero mi feliz trofeo

fruto de tantas guerras libradas contra mi mismo,

miro mi cuerpo y,¿Saben qué es lo que yo veo?

Una mota de polvo que recorre incansable su camino.
 
Mi piel - Curtido campo de batalla
 

jueves, 2 de junio de 2016

De savia caída

Me preguntaste con los ojos aún empapados
-Dime amor ¿Cómo puedo ser razón de tu vida
si solo hace unos años que nos encontramos?-.
 
Yo dejé escapar descaradamente una sonrisa
-Te has confundido, pues si, mis padres me engendraron,
pero es por ti que existo, que no duelen las heridas,
pues volvería a abrazar las zarzas que hasta ti me llevaron-.
 
Me preguntaste por qué ibas a ser tu la elegida,
-Porque solo por ti mi amor -respondí- mis ojos lloraron,
porque solo por ti se hicieron savia caída
y sanaron el tronco donde nuestros nombres fueron grabados.
 
Yo, que te observo como al sol de enero, que acaricia
y no quema la piel, sino que vuelve mis cabellos dorados,
dorados como todos los recuerdos que de ti guardo
y por eso, amor, eres la razón por la que tiene sentido mi vida.
 

Imagen de Mary Tremman